En un momento en el que se multiplican las voces que piden habitar una Europa más empática, la imagen de una tierra baldía se impone ante nuestros ojos: la crisis de los refugiados, la pérdida de derechos y la libertad de expresión, el auge de los movimientos ultraconservadores, la precarización laboral y el aumento de la desigualdad… Es una época inestable, donde el Mediterráneo, que en otro tiempo fue una autopista del conocimiento,en cuyos puertos no solo se comerciaba sino que se mezclaban culturas y se desarrollaba la ciencia y los saberes , hoy se nos presenta como una gran fosa común, un mar que divide y absorbe inexorable y cómplice de los gobiernos europeos.
Santiago Lara ha sido uno de los becarios residentes en la Real Academia de Roma en 2016-2017, en esta entrevista analizaremos junto a él su proyecto “Catábasis” un viaje al interior de la Roma subterránea como bajada simbólica al inframundo.
(Bea Coto) ¿Por qué decides realizar en Roma un proyecto sobre el mundo subterráneo?
¿Por qué interpretas la bajada a esos lugares ocultos y a veces olvidados del subsuelo romano como un descenso al inframundo?
(Santi Lara) Con este proyecto pictórico he realizado un “cuaderno de ruta hacia el inframundo”. Para ello he materializado un descenso simbólico a la Roma subterránea. Un descenso físico, pero a la vez espiritual, buscando los estratos primigenios de la cultura europea. He realizado un mapeo simbólico del subsuelo romano, como metáfora visual del viaje hacia los orígenes de Europa, al igual que hiciera Eneas con la fundación de Roma con su descenso al inframundo en busca de su padre, buscando sus orígenes para asentar los cimientos del imperio. Este descenso ha tenido como objetivo identificar un simbolismo sobre la muerte, que toma presencia en los fríos habitáculos subterráneos: diablos, almas del purgatorio, fantasmas, etc., Lo inmaterial ha tomado partido metafórico en el descenso para reflejarlo de forma ficcional en mi obra.
He utilizado esos demonios para hablar de la degradación de los derechos humanos y el recorte de libertades en la actual Europa, que tiene ecos en la actualidad de descenso al Tártaro (aquel lugar donde, en la mitología romana, se enviaba a los pecadores) .
Esta catábasis simbólica hacia el inframundo ha tomado como punto de partida la propia Academia de España en Roma, como puede verse en el vídeo: la cripta de Templete de Bramante, donde yace la piedra sobre la que se clavó la cruz del martirio de Pedro. Es aquí desde donde se ha iniciado el mapeo subterráneo, para ello he contado con el apoyo y asesoramiento de Alfonso Díaz Boj y Sotterranei di Roma.
El recorrido subterráneo ha estado compuesto por la visita a numerosas criptas, catacumbas, antiguas cisternas romanas, necrópolis, basílicas subterráneas y cuevas. Este viaje lo he realizado en varias fases a partir de las cuales he confeccionado un registro de todos los elementos atávicos en la iconografía y en las imágenes encontradas a mi paso: animales, figuras mitológicas, escenas de la cotidianidad romana, elementos simbólicos religiosos, funerarios, etc. Todo esto ha contribuido a configurar el material para reinventarse pictóricamente en mi obra, que de algún modo conecta la ficción y lo sobrenatural en mis últimos trabajos.
Lo atávico, su poso histórico, es el rastro que he seguido en este descenso por los diferentes estratos acumulados. La superposición de capas en las construcciones, los accidentes geográficos, etc. han marcado el recorrido poético, que es en sí mismo un trabajo de documentación y archivo, a partir del cual se ha generado un imaginario con su propia aura. El relato experiencial del inframundo romano es el material conceptual a partir del cual he confeccionado una mitología pictórica contemporánea.
(Bea Coto) Tanto en el vídeo como en tu obra pictórica mantienes una conversación con la figura del Carnero ¿Cuál es la razón de ese diálogo?
(Santi Lara) La figura del carnero tiene múltiples referencias en la iconografía clásica, se trata de una imagen que se repite constantemente en las decoraciones de las domus romanas, ya sea con un sentido mitológico, bucólico u ornamental. En la iconografía cristiana también se utiliza con asiduidad, de hecho, he querido hacer una alusión velada también a la figura del carnero pintada por Caravaggio en su retrato de Juan Bautista, donde aparece un niño que abraza a este animal. He querido tomar este personaje como referente y lo he llevado a mi terreno pictórico, incorporándolo como un protagonista más, humanizándolo para acercarme a él desde una óptica contemporánea. La razón de este diálogo es que lo he tomado como si fuese un guía, como lo fue Virgilio en la Divina Comedia para Dante.
(Bea Coto) ¿Ha habido anábasis (ascenso) en este proyecto?
(Santi Lara) Toda catábasis lleva aparejada siempre anábasis o ascenso. En mi caso he planteado el recorrido como El Bosco en su “Jardín de las Delicias”, he relatado visualmente las partes del infierno, incluido el Limbo, para llegar simbólicamente al Paraíso. Podría decirse que he llegado a él escalando desde lo más bajo, aunque al contrario que otros héroes que escalan por la faz del Demonio, yo he llevado conmigo al Carnero a hombros y lo he sacado al exterior, como un personaje más. En el vídeo, la puerta al inframundo queda abierta, invitando al espectador a entrar. Podría decirse que se está escribiendo todavía.
“Monte de Oro”. Santiago Lara. Acrílico sobre lienzo 70×70 cm. Acrílico sobre lienzo. Roma, 2017
(Bea Coto) Hay muchos autores a lo largo de la historia de Europa que han hablado sobre el inframundo llevado a su contemporaneidad, veo en tus pinturas que hay banderas rotas, muros, cuerpos flotantes en el agua, quema de libros, algo que he visto en el proceso de una de las obras, pero que has eliminado al final dejándolo más abierto. Todo eso recuerda a casos muy concretos de la actualidad, ¿cuál es la estrategia que has seguido para transportar el inframundo a la época actual?
(Santi Lara) Algunos artistas del Renacimiento temprano se metían por los agujeros del suelo, en las cavernas y grutas que escondían soterradas las antiguas Domus romanas para admirar, bajo la luz de las antorchas, las decoraciones de techos y paredes de esas villas escondidas. Esos elementos luego eran incorporados en sus obras posteriormente, apareciendo el llamado género “grutesco”.
Mi incursión en la Roma subterránea del siglo XXI ha tenido este mismo afán de descubrimiento. En el aspecto simbólico este trayecto ha sido un transitar épico, al igual que los héroes de la literatura clásica hicieran con su descenso al Hades, pero en este caso he querido hacer alusión a la Divina Comedia, a la figura de Dante, al que le muestran una serie de acontecimientos en el recorrido por diferentes círculos del infierno.
Por otro lado, también hay una alusión al viaje iniciático, en este caso se representa un espacio subterráneo de Roma ligado a la cultura funeraria: en las imágenes pueden aparecer escenarios como las catacumbas de San Pancrazio o la necrópolis del Vaticano o de Cerveteri. Entiendo el tiempo no como una línea de sucesión de acontecimientos, sino como un círculo continuo que va aconteciendo con nuestra experiencia. En definitiva, he querido poner encima de la mesa la actualidad de una forma muy poética, dejando entrever que las miserias de hoy siempre han tenido sus proyecciones en las miserias de la humanidad en todas las épocas de la Historia. El arte se convertiría entonces en un bálsamo o prisma desde el cual poder sobrellevar la realidad. En la distopía de hoy parece que se nos muestra inútil todo cambio de progreso, parece que nos han grabado a fuego ésta idea de que no es tiempo de cambiar nada, aquí , en este instante, simplemente el hecho de denunciar actos inhumanos parece que se convierte en una actitud revolucionaria. Es de una profunda tristeza comprobar esto. Mi aportación en este trabajo es la puesta en valor de la imaginación para transformar a uno mismo desde el interior.
“Puerta al inframundo”. Santiago Lara. Acrílico sobre lienzo. 180×200 cm. Roma, 2017
(Bea Coto) ¿Quienes son los “Actantes” en tu obra?
(Santi Lara) He identificado los espacios simbólicos, a veces ligados al concepto de lo sagrado, otras veces ligados a la naturaleza en el que aparece iconografía animal utilizada en diferentes estadíos de la historia. Esos actantes son personajes o elementos que se repiten en mi obra, como la figura del lobo, el carnero, las flores, etc. Son elementos que se pueden observar en las diferentes domus romanas a lo largo de la historia, también en los mítreos o basílicas subterráneas. Esa iconografía ha cambiado de carga simbólica a lo largo de la historia, por ejemplo la figura del lobo ha sido siempre un elemento de veneración, no en vano se encuentra en la propia simbología de la fundación de Roma. He querido retomar esa iconografía para despojarla de toda carga simbólica y dotarlas de un guión que las humaniza, no hace distinción entre los humanos y los animales en el proceso visual que he seguido al representar las diferentes escenas.
“Actante II”. Santiago Lara. Acrílico sobre tabla. 30×20 cm. Roma, 2017
(Bea Coto) El hecho de ser un proyecto pictórico, una técnica en sí misma clásica, que orbita sobre un tema clásico, podría llevarnos hacia un efecto de redundancia. Cómo conectas ese clasicismo con la cultura actual? Cuáles son las claves de tu pintura para que posea un lenguaje artístico contemporáneo?
(Santi Lara) El reto ha sido máximo, pues la representación del inframundo en la Historia del Arte ha sido infinita. En realidad, como ya he dicho antes, me ha ayudado no concebir el tiempo como un antes y un después, sino como algo que se repite siempre en el mismo punto, algo parecido a un círculo. La pintura ha de adoptar una estrategia, esa relación con los medios, las noticias, las imágenes que nos inundan y que caducan rápido no conviven bien con los tiempos de ejecución de un cuadro, pero sí conectan son las vivencias personales de cada uno, con la memoria colectiva: la estrategia pictórica que he seguido es la estrategia de contagio. Intento empaparme de toda la cultura visual posible para después hacer un esfuerzo reflexivo en el estudio, como el escritor nocturno que se encierra en sí mismo y en su narración mental. Las imágenes de mi pintura funcionan como aspectos narrativos, palabra, dibujo, pintura y composición, forman parte del mismo proceso de contagio. Después se proyecta con los medios y herramientas actuales, no podemos obviarlos, pero sí aprovecharnos de ellos. Supongo que se trata de hacer equilibrismo.
(Bea Coto) ¿Se trataría de una pintura de denuncia política? ¿Dónde podemos ver el aspecto social en tu pintura? ¿Podría haber conexiones con otras sensibilidades?
(Santi Lara) No es una pintura de denuncia política, se trata de una narración ficticia, como cuando se mira el story board de una película. Esa ficción es la que nos retrotrae a un mundo imaginario, nos saca de la realidad y nos lleva a la imaginación más absoluta. Para mí es un espacio de libertad y también de acción que puede influir en lo cotidiano. Esto es una cualidad que la pintura posee y que, como he dicho antes, más que un problema de ejecución de tiempos en su realización, se conforma como un estado vivencial, como un aspecto reflexivo. A lo largo de la Historia del Arte lo hemos visto con numerosos artistas que parecía que relataban su entorno, pero desde un espacio de proyección expresiva cercana a la escritura, como se hiciera en la Pintura Barroca española o como podemos observar en autores como Goya. Esa carga o potencia en la pintura es algo típico español que no se ha aprovechado históricamente. Podría decirse que la esencia de la escuela pictórica española sigue viva, pero se ha dejado influenciar por temas de mercado o aspectos subsidiarios con respecto a otras corrientes que han venido del exterior. En mi trabajo, sin pretensiones y de una forma natural he querido recuperar esos aspectos de la pintura española.
“Actante IV”. Santiago Lara. Acrílico sobre tabla. 30×20 cm. Roma, 2017
(Bea Coto) ¿A qué te refieres con recuperar aspectos de la pintura española? ¿Podría haber una nueva escuela de pintura española?
(Santi Lara) Más allá de escuelas, lo que sí existe es una actitud ante el dibujo y la pintura que se ha repetido en numerosas y numerosos artistas actuales. Esa potencia y frescura imaginativa dotan a la pintura de estrategias de supervivencia que en otros estados se han alineado a aspectos nacionalistas, como la Nueva Escuela de Leipzig, a aspectos de identidad urbana, como los Beautiful loosers, etc. pero que en el nuestro, en la península ibérica han sido siempre muy potentes. Intento librarme de prejuicios y valorar lo que aquí tenemos como un potencial que nada tiene que envidiar y sobre todo nada tiene que imitar, sino ser un modelo en el exterior, de hecho siempre lo ha sido.
El proyecto lo que consigue es trazar un puente entre el arte español y la cultura romana. El contenido simbólico del proyecto entronca con los cimientos propios de la cultura europea y la consecución del mismo es una proyección internacional de calado europeo. La realización de este proyecto en la Academia de España en Roma ha incidido deliberadamente en la cultura latina, de la cual el arte español siempre ha estado impregnado.
“La gruta”. Santiago Lara. Acrílico sobre lienzo. 170×170 cm. Roma, 2017
(Bea Coto) Las piezas de este proyecto se pudieron ver el pasado mes de septiembre en Puxagallery de Madrid ¿Qué obras del proyecto se conforman como piezas clave? Allí se pudo ver una obra de la que nos has hablado antes: “Paraíso” ¿Podría ser ésta el inicio de otro proyecto?
(Santi Lara) En la pasada exposición de septiembre en Puxagallery titulada “Cuaderno de Roma” se pudo ver el grueso del proyecto y sí, una de las obras clave de la muestra es “Paraíso”, un espacio de reflexión postfuturista, una imagen visionaria sobre un devenir que no existe, sino en nuestra imaginación. Se trataría de proyectar la mirada hacia arriba en ese espacio simbólico, ir hacia una especie de paisaje o jardín de las delicias contemporáneo, donde no existe el tiempo. Podría decirse que sería la conclusión de esta Catábasis. El final es el inicio de otro viaje. Otra pieza muy importante para mí es “Entrada al Inframundo”, un poema visual sobre la actual situación de Europa. “Anfiteatro”, un tríptico de grandes dimensiones que no se pudo ver en la muestra, pues era una de las piezas que he donado a la Real Academia de España, sí se podrá ver el próximo mes de abril en Matadero, donde se realizará la muestra colectiva de los residentes 2016/17 en la RAER.
Santiago Lara es Doctor en Bellas artes por la Universidad Complutense de Madrid. Compagina su trabajo pictórico individual con la experimentación audiovisual del colectivo Laramascoto. Trabaja con galerías de arte nacionales e internacionales. Ha realizado numerosas exposiciones en instituciones tanto dentro como fuera del pais y realizado numerosas residencias artísticas donde ha llevado a cabo proyectos de arte contemporáneo, entre ellas ha obtenido la Beca/residencia de la Real Academia de España en Roma.
Beatriz Coto es artista visual e investigadora. Licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Granada donde realiza actualmente su doctorado. Miembro del colectivo artístico Laramascoto, trabaja tanto la animación experimental como la instalación audiovisual en torno al dibujo expandido, realizando exposiciones en instituciones nacionales e internacionales como la New Media Gallery de Vancouver, la Bethanien Kunstraum Kreuzberg de Berlín, Proyecto Circo de La Habana, ÓpticaFestival, Foconorte, Lumen_ex, Intransit 2011, Circuito Berlín 012, en el Instituto Cervantes de Berlín, el MAG de Elche y en Museos como el de Bellas Artes de Asturias, el CCAI de Gijón, el MuVim de Valencia, Museo Barjola de Gijón o el Museo San Ildefonso de México DF.
Ha participado en plataformas como Intransit, Open Studio en Madrid y han realizado residencias en lugares como la Kunstlerhaus Glogauer de Berlín, exponiendo en Galerías como Rafael Perez Hernando, Gema Llamazares, Liebre, Espacio Líquido, Guillermina Caicoya y participado en ferias como Arte Lisboa, Arte Santander, Mulafest, Just Madrid, Estampa y ARCO. Entre sus premios y becas se encuentran el “Premio joven JustMAG” de JustMAD 2012, el Primer premio de Arte40, la Beca AlNorte y premio Ángel Andrade.